COMIENZA LA AVENTURA. PARTE I
Cómo ya muchos sabréis, hemos tenido unas cuantas complicaciones al iniciar nuestro viaje. Comenzaré desde el principio:
Nos levantamos el Lunes 20 a las 4.00 de la mañana para llegar al aeropuerto con tiempo, por si hubiera algún contratiempo :O
Tras la despedida con mi padre, nos pusimos a la fila del check-in. Los nervios del viaje, de no perder el avión, de que todo saliera bien...todo junto, me hacían tener las tripas revueltas en la fila. Total, que dimos nuestros pasaportes y la chica del mostrador tras un rato de miradas raras pero sin decir nada, le pregunté si había algún problema.............................. en qué momento!!!! Nos dice que para entrar en Malaysia necesitábamos un billete de salida del país, le dijimos que ya lo sabíamos pero que cuando llegaramos ya veriamos, y nos dijo que no. Tras mandarme a varios mostradores a no sé qué (aun no entiendo que me hizo hacer) le puse a Joan a buscar vuelos online de salida de Kuala Lumpur a donde fuera, fuera del país. Así hicimos, y nos tocó comprar unos billetes (no muy baratos) a Bali. Si, parece que si quiero ya tengo unos billetes para conocer Bali.
Bien, conseguimos entrar, ya emocionados y sentados en el avión despegamos hacia Múnich. Desde la ventana del avión parecía un lugar super verde y tranquilo y digno de conocer algún día.
Una vez en nuestra escala y tras un merecido desayuno nos acercamos a nuestra segunda puerta de embarque ................................................................ Cual fue nuestro horror cuando nos dicen que Joan, no puede volar, ya que, su pasaporte caduca en 4 meses y para entrar en Malaysia necesitas mínimo 6 meses. (he de decir, que yo esto lo sabía, y se lo comenté en algún momento del verano, en el cual, se ve que la información no le llegó) En ese momento fue tal el vuelco al corazón que quería hacerle de todo y nada a la vez. Le preguntamos al chico (que por cierto, bien amable él, nos dijo que si lo arreglabamos podíamos volar el siguiente vuelo de la noche) que qué demonios podíamos hacer, ya que, aunque muy bonito tenia que ser Múnich, no tenia ni puñeteras ganas de quedarme ahí de vacaciones. A todo esto eran las 12.00 y el vuelo apunto de salir y nosotros atrapados!!
Llamamos a la embajada, nos dicen que cierran a las 13.00 y que no nos va a dar tiempo, había que recoger nuestras maletas facturadas, llamar un taxi, etc. Divide y vencerás, pensé. -Joan, tu vete, nos vemos cuando termines en el mostrador de la compañía, yo me quedo a recoger las maletas.- La espera se me hizo interminable.... Cuando por fin le veo aparecer tras más de 3 horas y me dice que todo solucionado, me siento aliviada y con ganas de salir de Múnich ya. Ok, yo sintiéndome cada vez más alucinada, volvimos al mostrador a cambiar nuestros billetes y para mi siguiente sorpresa....... oooohhhhh....!!! nos dicen que para esa noche ya no quedaba sitio y que tendríamos que volar al día siguiente pagando unos 400 euros más. En ese momento podeis imaginar mi cara. De rosada a pálida en cuestión de un microsegundo, y en ese momento toda la calma con la que me había tomado toda la situación -zen-, se tornó negra y tuvo que explotar por algún sitio, así que, comenzaron a salirme lagrimas de desdicha y frustación sin poder controlarme a la vez que intentaba mediar con otro chico del mostrador que me decía que no había nada más que él pudiera hacer.
Mientras todo esto se me hacia en la cabeza como una película de bromas pesadas, se me acercó un hombre alemán, y me preguntó que qué ocurría. Me quedé mirándole con cara de: en serio quieres que te cuente mi vida ahora entre sollozos y mala leche? Pues muy educadamente le contesté como pude. Tan buena persona era aquel señor que quería incluso darnos dinero para que compraramos los nuevos billetes. Casi le abrazo y no le suelto!!!! Evidentemente, mi educación me hizo sonreírle y decirle que muchas gracias, que no era necesario, pero que de verdad era un lindo gesto. Casi me muero después, cuando vi que dije que no a una pequeña primitiva........
Total, que con nuevos billetes en la mano, sigo pensando que menuda mierda más grande me rodea ya que, no tenia nada de ganas de hacer noche y más de 12horas en el aeropuerto. Así que Joan, visto que la cagada era monumental, me llevó a un hotelito de Múnich a pasar la noche y a cenar salchichas alemanas y beber cerveza en una típica tasca alemana. Pasamos una bonita noche en una pedazo de habitación-boardilla riéndonos de todo aquello. No hay nada como una buena ducha de agua caliente, y una buena cena alemana, para ver las cosas con otro color.
Llamamos a la embajada, nos dicen que cierran a las 13.00 y que no nos va a dar tiempo, había que recoger nuestras maletas facturadas, llamar un taxi, etc. Divide y vencerás, pensé. -Joan, tu vete, nos vemos cuando termines en el mostrador de la compañía, yo me quedo a recoger las maletas.- La espera se me hizo interminable.... Cuando por fin le veo aparecer tras más de 3 horas y me dice que todo solucionado, me siento aliviada y con ganas de salir de Múnich ya. Ok, yo sintiéndome cada vez más alucinada, volvimos al mostrador a cambiar nuestros billetes y para mi siguiente sorpresa....... oooohhhhh....!!! nos dicen que para esa noche ya no quedaba sitio y que tendríamos que volar al día siguiente pagando unos 400 euros más. En ese momento podeis imaginar mi cara. De rosada a pálida en cuestión de un microsegundo, y en ese momento toda la calma con la que me había tomado toda la situación -zen-, se tornó negra y tuvo que explotar por algún sitio, así que, comenzaron a salirme lagrimas de desdicha y frustación sin poder controlarme a la vez que intentaba mediar con otro chico del mostrador que me decía que no había nada más que él pudiera hacer.
Mientras todo esto se me hacia en la cabeza como una película de bromas pesadas, se me acercó un hombre alemán, y me preguntó que qué ocurría. Me quedé mirándole con cara de: en serio quieres que te cuente mi vida ahora entre sollozos y mala leche? Pues muy educadamente le contesté como pude. Tan buena persona era aquel señor que quería incluso darnos dinero para que compraramos los nuevos billetes. Casi le abrazo y no le suelto!!!! Evidentemente, mi educación me hizo sonreírle y decirle que muchas gracias, que no era necesario, pero que de verdad era un lindo gesto. Casi me muero después, cuando vi que dije que no a una pequeña primitiva........
Total, que con nuevos billetes en la mano, sigo pensando que menuda mierda más grande me rodea ya que, no tenia nada de ganas de hacer noche y más de 12horas en el aeropuerto. Así que Joan, visto que la cagada era monumental, me llevó a un hotelito de Múnich a pasar la noche y a cenar salchichas alemanas y beber cerveza en una típica tasca alemana. Pasamos una bonita noche en una pedazo de habitación-boardilla riéndonos de todo aquello. No hay nada como una buena ducha de agua caliente, y una buena cena alemana, para ver las cosas con otro color.
A la mañana siguiente y con otra energía en mi cuerpo, afronto el viaje como una GRAN aventura.
Por fin, en el avión de la compañía Etihad, una vez sentada no me lo podía creer.... siguiente parada Abu Dhabi. Me sentía como en primera clase, venga a comer, beber, pelis y manta. Se me hizo el trayecto super corto. Unas horas de escala en el aeropuerto de las tiendas chics, me hicieron comprender que ya estaba en otro continente. No sabía diferenciar la cantidad de razas, religiones, culturas, mezclas, etc, que podía haber ahí. Impactante, curioso y al mismo tiempo un disfrute para mis sentidos.
Y por fin!!!! se anuncia nuestro viaje, pero, con una hora de retraso.... si es que, no podía salir todo perfecto!!! :$
Llevo ya unas horas aquí en Kuala Lumpur............... pero estas anécdotas serán contadas en otra ocasión.
Os dejo con unas fotitos de la primera parte. A disfrutar!
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